
Transmitía, me la pasé está noche escribiendo algo sobre aquel fragmento de la media noche de un verano, esa navidad, ese pedazo de momento alegre y encogido de recuerdos hacia el pasado. Transmitía, está noche me la paso tirado en cama esperando la hora para abrazar a los demás, para esconder a veces algo mas que un sonrisa.
El día comienza, en casa todo el desorden comparte los contrastes de un día que espera las 12 de la noche para comenzar a cantar con cohetes que vibraran en el cielo, y al decaer la noche comenzará la traición de un día que se dice será alegre.
Es en simple conclusión una navidad más, como aquella navidad cuando se creía que un papa Noel existía y todo el tributo de un día en especial pareciera ahora ser dedicado a él y no al homenajeado. Faltan horas, y ahora las horas abarcan todo el loquerío de la gente en un va y viene de aquellos que terminan al pasar las horas.
La noche terminará, la cena estará servida a grosso modo cerca de las 12 y 30 de la noche. Es lo más común en días como estos. Quizá mamá renegará un poco ya que lo que arregló en casa para esa hora, no será ni la sombra de lo que hizo, mi sobrina devorará con los ojos los regalos envueltos en papel y yo seré un observador más de este día. Feliz navidad.
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